A la vieja después de una derrota

Hoy puede que todo esto
esta nueva derrota
y el gol que tuve
y dejé escapar
ocupen el espacio más grande/
ése donde albergo
los sueños más profundos
que uso de excusa
para entrenar
y seguir pensando en algun día
poder jugar en primera.

Duele perder así, vieja.

Sin embargo
prefiero seguir creyendo en mí
y pensar
en el siguiente entrenamiento
en el siguiente partido
en la próxima temporada.

Acaso me permita esperanzarme
con lo que pudo haber sido.

O con lo que aún puede ser
cuando revolviendo en mi bolso
entre los sucios zapatos
las medias azules
las vendas gastadas
y las canilleras que me regaló el viejo
encuentro una nota que dice,
desde lejos, simple y sencillamente:

“Vas a jugar el Mundial algún día”

Y tu ternura arranca estas primeras sonrisas.

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